¿Habla de que el ciudadano participe en la construcción de la información o de periodismo ciudadano?
Nosotros no vinculamos el poder público al Estado, sino al pueblo. Queremos crear las herramientas necesarias para el ejercicio de una democracia directa de la ciudadanía, que participe de manera más activa y evidente en el proceso de toma de decisiones; un esquema que debería aplicarse también al ámbito informativo mediante la creación de consejos profesionales en las empresas en los que estén presentes todas las partes implicadas. ¿Quién controla los medios de comunicación? Nuestra propuesta cede ese poder a los ciudadanos. Serían ellos quienes decidirían los contenidos periodísticos a través de una red de consejos municipales, regionales y nacionales. El objetivo final es que la sociedad sea capaz de crear su propia información mediante el uso de redes sociales y plataformas digitales que contribuyan a la creación progresiva de sus propios canales de comunicación.
¿Y dónde queda el periodista en ese proceso?
El periodista debe recuperar su tarea de mediador, más necesaria que nunca. En Brasil, a pesar de la llegada de las nuevas tecnologías, la población opera al margen del proceso informativo. Las audiencias necesitan que alguien les indique y filtre para ellos los contenidos de interés de entre todo el volumen de información que reciben a diario.
¿Hay diferencias en el modo de ejercer el periodismo en América Latina, al margen de los consabidos problemas de seguridad y presiones procedentes de los poderes?
La profesión no va a cambiar su esencia. Hay que recordar al periodista, antes que a nadie, que su trabajo es compromiso, un estilo de vida, y no una actividad financiera. La sociedad necesita un periodismo que elabore buenos contenidos, sigue siendo fundamental